Ofertas de Deportes de Nieve Italia

1. ¡Salvoconducto contra resfriados!

Así es, lo creas o no, la ciencia está de nuestra parte. Practicar durante la temporada de invierno continuamente deportes de nieve hace que descienda nuestra posibilidad para resfriarnos ya que ayuda al fortalecimiento de los músculos cardiovasculares a la vez que quemarás más calorías (entre 400 y 1000 kcal/h). ¿Qué más se puede pedir en invierno? Pocos resfriados y un cuerpo fit. Eso sí, no te creas superman, esto no quiere decir que ahora nunca te resfriarás o que estar retozando en la nieve más tiempo te hará invencible. Siempre hay que cuidarse, tomando vitaminas y utilizando los mejores artículos y marcas que mantengan tu cuerpo aislado de la humedad y la fría nieve.

3. Más allá del esquí

En plena montaña podemos hacer de todo, no es solo esquiar o hacer snowboard. Hay aventuras de nieve para todo tipo de personas y todo tipo de edades. Como no esquiar y hacer snowboard es algo realmente desafiante y emocionante que combina diversión con adrenalina en un cocktail perfecto. Pero también podemos conocer recónditos lugares con trineos arrastrados por perros, el mushing, o poner a prueba tu templanza conduciendo una moto de nieve. Y es que la nieve da mucho más juego de lo que puedes pensar. Planea una ruta con raquetas de nieve, construye un iglú, vuela en helicóptero sobre las montañas blancas más bellas… Empieza a planear tu aventura con las primeras nevadas.

5. Dosis de diversión inimaginables

Solo imagínatelo: en la inmensidad de las montañas, fundidos en sus paisajes recubiertos de un manto de nieve perfecto y todo ello, abrazados por un silencio sobrecogedor ya que la nieve captura las partículas de aire que facilitan la propagación de sonido. En este entorno donde reina la paz, tendremos las jornadas más divertidas de todas, que combinan a la perfección entretenimiento y adrenalina sin importar lo que estés practicando, tanto si es un paseo con raquetas de nieve, como si es un día de snowboard, la emoción que recibirás será de las mismas proporciones, porque lo que supone estar a miles de metros sobre el nivel del mar, resulta ser una experiencia embriagadora.