Los parques temáticos son algo que (por lo general) a todos nos encanta. Lejos de la ciudad y de cualquier ruido, ya que se suelen encontrar en las periferias, logramos alejarnos perfectamente de la rutina para disfrutar de un día que puede terminar como el mejor sábado (familiar, con colegas o con tu pareja) de todos ya que aquí nos veremos inmersos en un mundo donde la diversión, las risas y la alegría se respira en cada rincón. Y lo mejor es su amplia variedad. No estamos hablando solo de parques de atracciones, también nos referimos a zoológicos, parques acuáticos o parques de aventuras. En estos oasis de entretenimiento verás cómo las horas pasaran sin que te des cuenta.
1. Los parques temáticos, un portal hacia nuestra infancia
Si vas con los más pequeños de la familia, ellos se entretendrán como nunca y lo más probable es que tú no pares de saltar, subir, correr y montarte en atracciones con ellos. Pero si hay algo que sucede cuando pisas un parque de atracciones es que cada paso que das te estará llevando nuevamente a tu infancia. Ser, por ejemplo, recibido por los personajes más icónicos que veías frente a la tele cuando eras pequeño no es algo que pueda pasar todos los días y, sin importar la edad, es una experiencia realmente gratificante. Además, tus peques podrán ver en ti una faceta totalmente desconocida para ellos.
2. Para todos los públicos
Se trata de un día de aventura ideal para compartirlo con quien más te apetezca, desde los más pequeños hasta los más mayores. Aquí, siempre hay espacios para todos, pues tienes atracciones adaptadas a todos los gustos, tamaños y edades. Pero también es un lugar donde darse algún que otro capricho culinario, especialmente si eres de lo que no pasa por alto un dulce. ¿Por qué no esperar a que el resto se baje de alguna atracción mientras te das un pequeño festín? Los parques temáticos están repletos de puestecitos con deliciosa comida que te atraerá tan solo con olerla.
3. Evasión de la realidad
El ser humano es un animal de costumbres, de rutina, lo que muchas veces resulta agotador. Por eso estos parques suelen estar alejados, para lograr evadirnos por completo del mundo cotidiano, en un ambiente colmado de risas y momentos emocionantes. Al poner un solo pie en el parque, ya estamos entrando a otra realidad: subimos por una calle del viejo oeste, giramos en una pequeña rotonda para adentrarnos al hiperespacio y repentinamente, nos vemos inmersos en una gran vía de dibujos animados. Todo esto, mientras curiosos personajes se emocionan al vernos y se acercan a saludar.
4. Descubrirás la fauna de otros rincones del mundo
Visitar zoológicos es toda una experiencia y eso no viene ligado nunca a una edad. No importa cuántos años tengas, si nunca has visto un imponente cocodrilo abrir su larga boca, te quedarás anonadado, si nunca has visto un terrorífico tiburón blanco nadar por encima de ti en un acuario, no darás créditos a lo que ves, si nunca has visto a un colosal elefante, te verás maravillado. Y así podríamos seguir con una lista que no tiene fin. Son experiencias que quedan marcados en nosotros por siempre y que resulta ideal disfrutar con la familia. En este tipo de parques, como zoológicos o acuarios, toda la familia podrá contemplar la vida animal de distintos puntos del mundo mientras juntos, aprenden sobre el respeto a la fauna y flora. Además, en muchos de estos sitios, podrás interactuar con los animales, ya sea dándoles de comer, nadando con ellos, o tomándote una hilarante foto con alguna guacamaya en tu hombro. ¿Te lo imaginas?
5. ¿Calor? Mejor en un parque temático
Los parques temáticos tienen emocionantes y refrescantes atracciones que consisten en largas montañas rusas que adquieren una vertiginosa velocidad hasta zambullirte en una piscina, empapándote de pies a cabeza. Muy divertidas, sí, pero no se comparan con los parques acuáticos. La joya del verano anhelada por todos cuando el calor es tan fuerte, que cada paso es una odisea. Aquí encontrarás todo tipo de atracciones para conseguir paliar el calor mientras liberas fuertes dosis de adrenalina. Toboganes inclinados a más no poder por los que deslizarte hasta llegar al agua, y derrapar sobre su superficie hasta finalmente verte sumergido en el agua entre risas. Serpenteantes toboganes con partes tapadas y otras abiertas que te desorientarán hasta que, repentinamente, te verás en medio del agua. Grandes piscinas de olas que nos zarandearán de un lugar a otro, y divertidísimas y exaltantes atracciones de hinchables que compartir con tus amigos para ver quién es el más valiente. Además, estos parques suelen contar con piscinas y zonas para niños, así como también con zonas chill, con hidromasajes, pequeñas cascadas y demás.
¿Cuándo es mejor ir a un parque temático?
Todo depende del parque al que queramos ir y la época. Por ejemplo, los parques acuáticos están abiertos en fechas estivales y los meses más cálidos de otoño y primavera. Los zoológicos suelen estar abiertos casi durante todo el año. Los parques de atracciones también suelen estar abiertos durante todo el año, aunque, si debes aprovechar las temporadas bajas de los parques que más te gusten porque por lo general, suelen tener packs o descuentos.