Escalar en un rocódromo te proporciona nuevas sensaciones, te hace redescubrir tu fuerza personal y la autoestima que nunca creíste tener, alcanzando objetivos y superando los límites que te habías marcado. Pero además, los rocódromos son lugares donde se respira un aire de cooperación y confianza entre todos, siendo la alternativa perfecta para descansar del estrés y la monotonía de la ciudad.
1. Ponte en contacto con tu cuerpo.
Entrenar en un rocódromo es una excelente manera de tomar conciencia de tu cuerpo y de tus capacidades tanto físicas como mentales. Notarás como todos tus músculos trabajan y se desarrollan durante el entrenamiento tonificando y fortaleciendo todo tu cuerpo.
2. Enfréntate a tus miedos y cree en ti mismo
Durante tu primera experiencia en un rocódromo te encontrarás ante un deporte completamente nuevo que probablemente te producirá una sensación de miedo por la altura y la exigencia física, pero te aseguramos que una vez que llegues a la cima todos los miedos serán sustituidos por una sensación de orgullo personal y adrenalina que te hará volver a probar una y otra vez, desarrollando en ti una autoestima que antes no tenías.
3. Desconecta
Durante una clase de escalada indoor, en un rocódromo, se requiere toda la concentración posible, ya que la más mínima distracción o error podría hacer que perdieras el equilibrio y caer, aunque puede estar seguro de que la seguridad es primordial en todas las instalaciones con rocódromo. Es por eso que visitar cualquiera de los que puedas encontrar por toda Italia, conseguirá que te olvides de la monotonía y el estrés, prestando exclusiva atención a tu práctica.
4. Supera tus límites
En un rocódromo empiezas con mil miedos y el temor de no estar a la altura, pero cuando un instructor experto te enseña la técnica y pones en práctica lo aprendido, te das cuenta de que no hay límites que no puedas superar y que tú también puedes llegar a la cima.
5. Un entorno de confianza y cooperación
Durante una clase, la sensación de cooperación y confianza que se respira es increíble, ya que todos cooperan y se ayudan mutuamente para conseguir un objetivo. Si no lo consigues ese mismo día, puedes estar tranquilo, porque en un rocódromo siempre habrá alguien más experimentado, dispuesto a ayudarte a afrontar tu pared.
¿Cuándo ir a un rocódromo?
Una clase de escalada indoor es la alternativa perfecta para pasar el tiempo aburrido en casa. Tanto si hace un buen día como si nieva, siempre podrás dirigirte a un establecimiento con rocódromos, acondicionados según la época del año en la que estemos.
Las excusas para no entrenar se te han terminado pues en los rocódromos (siempre y cuando estén dentro de un centro de escalada) nunca se te va a anteponer las contraindicaciones climatológicas. En un rocódromo, querer es poder, literalmente.