El parque es la realización de un sueño de la infancia. El terreno adquirido por el propietario Efisio Murgia ha sido objeto de diversas obras de mejora y adecuación para hacerlo apto para acoger las primeras especies llegadas, que darían vida a lo que, desde 2006, se ha convertido oficialmente en el Parco degli Angels.
Con el compromiso directo de su director, el parque nació con la más completa protección del patrimonio natural, con obras de construcción que se llevaron a cabo no sólo respetando las normas de respeto del hábitat natural, sino también con gran atención a la creación de un estructura en armonía con el contexto natural.
La idea de abrir el parque al público surgió más tarde, cuando se decidió transformar lo que era un simple proyecto urbanístico en una oportunidad para permitir al público sumergirse en un concepto muy alejado del de exposición, pero en lugar de poder observar animales viviendo en su hábitat.
Los espacios en los que viven los ejemplares alojados en el Parco degli Angeli están estructurados para asemejarse lo más posible a su entorno original, como, por ejemplo, la zona que alberga los gamos y los ciervos de la Parco degli Angeli, se extiende por 6 hectáreas y está cubierto de matorral mediterráneo, dentro del cual los ejemplares pueden moverse libremente.
Como prueba de ello, cada año el parque acoge nuevas crías de todas las razas que, al encontrarse en un entorno apto para la vida, se reproducen cada estación.
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